En la hípica que yo voy, cada año vamos a la caballada de Castelló d'Empuries, es muy divertido porque vas paseando por las calles del pueblo y la gente te va dando comida: que si galletas, que si buñuelos, que si fuet, bueno, bueno, está riquíííísimo!
Luego llegamos a una plaza que está el cura y nos va tirando agua bendita. Ahí está todo el mundo mirándote.
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